Un encuentro con el infierno de Dante

Al principio debemos leer el libro con fe de niño, abandonarnos a él; después nos acompañará hasta el fin. A mí me ha acompañado durante tantos años, y sé que apenas lo abra mañana encontraré cosas que no he encontrado hasta ahora. Sé que ese libro irá más allá de mi vigilia y de nuestras vigilias.
Jorge Luis Borges


Ayer realicé un viaje a la Edad Media. Allí conocí a Dante, un hombre vigoroso que a la mitad de su vida entró en una selva oscura en busca de la salvación. Un hombre que no le  teme a la muerte porque conoció sus entrañas. Un hombre que peina canas y le tiemblan las manos al escribir. Pero que sin dudarlo me invitó a su lúgubre castillo y bajo la luz de las velas, en un salón inmenso y solitario, rememoró conmigo dulces y amargos momentos del nacimiento de su amada hija, la Divina Comedia. Hoy puedo decir que no fue un falso viaje, ni un mero cuento, el que aquí les cuento. Todo fue la pura realidad de un sueño realizado.

_¿Qué lo motivó a escribir la Divina Comedia?

La idea de escribir esta obra me surgió al terminar mi libro la Vita Nuova, con el propósito de decirle a mi amada Beatriz, lo que nunca había sido dicho a mujer alguna y a ese propósito lo inspiró, una admirable visión que tuve, en la cual había recibido la revelación de cosas maravillosas.

_¿Por qué la llamó Divina Comedia?

Comedia viene de come; pueblo y de ode, canto, de modo que quiere decir canto popular.  A mi obra la llamé en un primer momento Comedia porque al principio es horrible, puesto que comienza con el Infierno, pero el fin es feliz, agradable y apetecible, puesto que es el Paraíso. El adjetivo Divina se lo atribuyeron los italianos después en honor a las cosas nobles, bellas y perfectas.

_¿Cuáles fueron las fuentes que lo inspiraron a escribir esta obra?

Para construir la obra empleé todo el material de la ciencia sacra y de la profana; mezclando la tradición cristiana a las leyendas paganas; bebí todas las fuentes que en mi tiempo se conocían: la Biblia, Los Santos Padres, lo escolásticos y los místicos, por un lado; mientras que por el otro los autores clásicos: Aristóteles, Platón, Urgelio, Ovidio, Estacio y Boecio.

_¿Qué elementos de su vida están presentes en la obra?

Yo pensé que esta obra sería solamente una glorificación a mi amada muerta, pero se convirtió en mi autobiografía y por mis complejas relaciones con el mundo, llegué a expresar la existencia entera vívida de mi época. Traté de encarnar la Edad Media, desarrollando el eterno drama de la vida humana.

_¿Cómo se manifiesta el sentido literal y el alegórico?
Para, esclarecer, pues, lo que tenemos que tratar, bueno es que se sepa que el sentido de esta obra no es simple, sino que más bien ella debe ser declarada polisema, que significa provista de varios sentidos; pues uno es el sentido que se obtiene de la letra y el otro el que se obtiene de la cosa que la letra significa; y si el primero es llamado literal, al segundo deberá llamársele alegórico.

Es necesario saber que los escritos se pueden entender y se deben exponer principalmente en cuatro sentidos. Llámese al primero literal, [y es éste aquel que no avanza más allá de la letra de las palabras convencionales, como sucede en las fábulas de los poetas. El segundo se llama alegórico], y éste es el que se esconde bajo el manto de esas fábulas, y consiste en una verdad oculta bajo un bello engaño. El tercer sentido se llama moral, y éste es el que los lectores deben atentamente descubrir en los escritos, para utilidad suya y de sus discípulos. El cuarto es el anagógico, el sentido superior, que hace referencia al ascenso del alma y la captación de realidades sublimes. En sentido amplio podemos afirmar que los tres sentidos, alegórico, moral y anagógico son en sentido extenso y amplio alegóricos, pues significan algo distinto a lo que dicen literalmente.

La Divina Comedia es una visión alegórica del mundo en que habitan las almas de los muertos. Yo mismo me presenté como un ser extraviado que tomó la  vía de la salvación a través de la contemplación de la vida eterna.

Esta obra es un texto completamente alegórico, que debe ser leído desde esa perspectiva. Ella es en su totalidad una obra alegórica y por lo tanto poética. Ello queda de manifiesto desde el inicio de la obra, cuando narro mi estado de ánimo y localizo dentro de un espacio y tiempo metafórico el estado de mi vida y espíritu.

Si consideramos la obra en su aspecto alegórico, el tema es el hombre sometido, por los méritos y deméritos de su libre albedrío, a la justicia del premio y del castigo.

_¿Qué vínculos con la política reflejó en el texto?

De alguna manera la vida social y política la reflejé mediante la crítica subjetiva a la monarquía universal. Por un lado el emperador, jefe del poder temporal, que conduce a la sociedad del estado del mal al de justicia, lo representé con el poeta Virgilio y por el otro al Papa, jefe del poder espiritual que mostraba a la sociedad las leyes divinas y las hacía obedecer, lo personifiqué con Beatriz. A la iglesia la acusé de prostituirse con los reyes por su codicia, avidez de riqueza y poder dominante. De ahí que Virgilio es símbolo de la razón, Beatriz de la fe y yo del hombre en su marcha hacia la redención.

_¿Cómo concibió el  infierno Dante?

Al infierno viajé a la edad de 35 años, un Viernes Santo del año 1300. El infierno que presenté tiene forma de embudo o de cono invertido, el cual está dividido en nueve círculos decrecientes con una ruinosa y atroz topografía. Los cinco primeros forman el Alto Infierno, los cuatro último el Infierno Inferior, que es una ciudad con mezquitas rojas, cercada por murallas de hierro. Adentro hay sepulturas, pozos, despeñaderos, pantanos y arenales; en el ápice del cono está Lucifer.

Yo traté de describir en el infierno el espacio que habitaba diariamente. Me basé en la planificación de la ciudad medieval y en el comportamiento de los seres humanos de esa época, por ello utilicé algunas referencias medievales en la descripción de algunos círculos, que son espacios arquitectónicos característicos, como la puerta del infierno o la ciudad de Dite, (ciudad a la que hice analogía con Florencia medieval, mi ciudad natal).

Para mí el infierno va descendiendo desde la superficie boreal estrechándose gradualmente hasta el centro del globo terráqueo; está connotación que hice sobre el espacio de Lucifer se desprende del centro de la tierra hacia adentro, tomando en cuenta que las penumbras representan el mal, el abajo que para en ese entonces no se convertía en arriba, (recordemos que para la época en que se escribe la obra, no existe una idea clara de la forma de la tierra y sus respectivos movimientos), es tomado como lo no deseado, abajo del hombre lo único que existe es indeseable.

Cada círculo está guardado por uno o varios demonios, que son, en los primeros, seres mitológicos: Minos, el Can Cerbero, Pluto, Flegias, las Harpías, las Furias, y en los círculos inferiores son diablos, según el concepto cristiano, hasta llegar a Lucifer.

 En el primer círculo o Limbo encerré las almas de aquellos que aunque siguieron el camino del bien, no fueron cristianos y por lo tanto no conocerán nunca al Dios. Es un lugar apacible y melancólico; la única pena de esas almas consiste en tener el deseo del cielo sin poder alcanzarlo jamás. Aquí ubiqué personajes de connotación histórica que según la religión  católica mueren sin conocer la fe y por cierto entre ellos se encuentra Virgilio.

Los demás círculos están hundidos en las aguas de la laguna Estigia y los distribuí en tres órdenes: incontinencia, violencia y fraude. Los de la incontinencia ocupan los cuatro primeros de la manera siguiente: lujuria, gula, avaricia o ira. Los lujuriosos son arrebatados por la tempestad. Los glotones están de bruces en el fango. Los avaros y los pródigos llevan cargas pesadas y están obligados a insultarse. Los iracundos y los melancólicos están sumergidos en las aguas fangosas de la Estigia.

Entre el quinto y el sexto círculo yacen dentro de los muros de la ciudad ardiente de Dite los heréticos en tumbas de fuego. Estos al contrario de los del primer círculo, no quisieron conocer a Dios.

En el séptimo círculo se castigan los pecados de violencia contra el prójimo, homicidas que son zambullidos en sangre hirviente; contra sí mismos, suicidas que son transformados en árboles dotados de humana sensibilidad; contra las cosas, disipadores, seguidos y desgarrados por perras; y contra Dios, blasfemos, obligados a correr y a estar sentados bajo una lluvia de fuego.

El octavo encierra a los culpables de fraude en todas sus formas en los diez fosos horribles de Malebolge y en el noveno se encuentran los traidores.

_¿Qué significa la ley del contrapasso?

 Todo mi poema obedece a la ley del contrapasso, es decir contracambio, que los estudiosos han aplicado hasta ahora al Infierno y al Purgatorio como pena de vez en cuando análoga o contraria al pecado cometido.

Esta ley, también conocida contra el sufrimiento se aplica cuando cada alma sufre la pena en el infierno  por la igualdad de los pecados cometidos. Proviene de la Biblia y dice que cualquiera que sea el daño hecho, usted deberá dar la vida por vida, ojo por ojo, diente por diente.

_¿Cuáles son los cantos que le atribuye mayor importancia?

A mi particularmente me gusta mucho el primer el primer canto, seguido del quinto,  el de Paolo y Francesca, que dicen que es el episodio más conocido del Infierno.

En general me realicé más concibiendo el infierno que el purgatorio y el paraíso, las otras dos partes que completan el libro. Y es porque en el infierno muestro mi espíritu de indignación, de ira vengativa que corresponde a la desesperación que en los primeros instantes se apoderó de mi alma proscrita sin culpa.

_¿Quiénes son los personajes principales del canto I y V?

El canto uno lo comienzo en una selva oscura que simboliza mi vida viciosa, el pecado; pero también la confusión de mi pensamiento; e incluso la turbulencia política. Al llegar a un monte alegoricé la vida virtuosa que tanto esfuerzo me requiere alcanzar. En este viaje me encuentré con el primer personaje, un leopardo que es la alegoría de la lujuria, luego con un  león que representa la soberbia y con una loba que alegoriza la codicia en la mayor amplitud de su significado. Por último me encuentro a Virgilio, poeta venerado por mí y quien me ayudó a librarme de estos animales que me perseguían y me guió en mi camino hacia la salvación.

El canto V es el paso hacia el círculo de los lujuriosos. Allí me encuentré a un grupo de pecadores arrastrados por la pasión amorosa, no por la sensualidad u otras razones. Entre ellos se encuentran: Semíramis, nombre griego de una reina asiria, famosa entre los medieva­les por su vida licenciosa y violenta,  representa el amor vicioso; Cleopatra, reina de Egipto (69‑30 a.C.), representante del amor interesado, dadas sus relaciones con César y Marco Antonio; Elena, hija de Júpiter y Leda, causante de la guerra de Troya, representa­ría el amor ambicioso; y Francesca, hija de Guido da Polenta, señor de Rávena, y amigo de Dante que se casa por motivos políticos con Paolo Malatesta, hermano del marido de ésta, el feroz Gianciotto Malatesta, señor de Rímini. En este canto la propia Francesca me narró  cómo habían  muerto ambos adúlteros.  También me contó de un modo reservado de su amor hacía Paolo. Ella sabe que ha pecado y sigue fiel a su pecado, lo que le da una grandeza heroica. Sería terrible que se arrepintiera, que se quejara de lo ocurrido. Francesca supo que el castigo es justo, lo aceptó y siguió amando a Paolo.

Es por eso que los comparé con dos palomas llamadas por el deseo, porque la sensualidad tiene que estar también en lo esencial de la escena. En mi opinión es uno de los pasajes más bellos y co­nocidos de toda la Comedia. Aunque confieso que sentí un poco de envidia de el destino de estos dos amantes porque aunque se encuentran en el infierno se siguen amando y en cambio yo no logré el amor de la mujer que amé.

_Nietzche dijo que usted es una hiena que versifica entre las tumbas ¿Qué cree usted al respecto?

La hiena que versifica es una contradicción; por otra parte, yo no me gozo con el dolor. Sé que hay pecados imperdonables, capitales. Para cada uno elijo una persona que ha cometido ese pecado, pero que en todo lo demás puede ser admirable o adorable.

_¿A qué se debió qué muchas personas consideren la Divina Comedia como una obra de difícil lectura?

No se trata de una lectura difícil. Es difícil lo que está detrás de la lectura: las opiniones, las discusiones. ¿Por qué negarnos la felicidad de leerla por simples comentarios? La Comedia es un libro para entregarse a un extraño ascetismo y para conocer el mundo  que propongo después de la muerte, tal y como yo lo imaginé.


_¿Cómo resumiría la Divina Comedia en versos hasta el canto V?

La Divina Comedia es

La herejía sublime

de la invención cortés

que se me va revelando

desde los amaneceres,

durante nueve años fértiles,

mágico número diluido

en el empedrado porteño.

Qué dolce stil nuovo

es este arte del dire parole per rima

medieval cántica de lo tremendo

donde al glorificar a una donna

se me recata la vida.

Esta noche soñada es la del 7 de abril

de un instante indestructible

como aquella del 1300

cuando me hallaba perdido en una selva oscura.

Nueve círculos concéntricos

se abren desde mis pies postrados,

se hunde desde la cadencia

la cifra lo maravilla

en abismos condenación,

castigos, tinieblas.

Se deslumbra

por la ley del contrapaso

para Francesca y Paolo

lujuriosos pecadores,

atrapados por siempre

en el canto quinto,

aquel de la borrasca infernal

que nunca cesa.

Amor que no perdona que no amemos

oye el desdeñado por Florencia

poema del valor de toda una vida

en un único instante.

Homero fue un sueño de Virgilio

Virgilio el mío,

vates hermanados,

impronta existencial,

semblanza de la razón

y clásica sabiduría,

viaje alegórico

para salvar la esencia humana toda.

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